El mundo en el que vivimos no es un entorno amigable cuando se trata de nuestra comida, agua, aire, refugio y modos de viajar. Muchos de los desafíos de salud a los que nos enfrentamos son ocasionados por ellos. ¿Cómo podemos aprovechar el poder de la madre naturaleza, sin dejar de disfrutar de las comodidades a las que nos hemos acostumbrado tanto? Pienso que esta es la respuesta más difícil de responder hoy día.
Yo te recomendaría ir a por “la simpleza”, lo sencillo. Pero el hecho de que sea así, no quiere decir que sea fácil. Lo simple puede ser más difícil que lo complejo. Para cambiar de paradigma, hemos de trabajar duro y crear un pensamiento limpio y simple. La vida en sí misma es simple, se trata de simplificarla, la pregunta es; ¿Cómo?
Lo primero es aceptando la simplicidad de la naturaleza, para sentir su valor. Ese es el camino, en el que obviamente nos encontraremos con algún que otro obstáculo. Los obstáculos a los que nos enfrenta la vida, alguna vez se consideraron montañas, pero acaban convirtiéndose en colinas y badenes. Esa es la magia del diseño evolutivo.
La simplicidad, es una cuestión de enfoque y visión. ¿Hacia dónde estás mirando? ¿Cuál es tu intención? ¿Hacia dónde te diriges? ¿Estas en casa? ¿Sabes que es casa?
Cuando comprendemos que la comida, nuestro plan evolutivo y la naturaleza trabajan juntos, sucede algo extraordinario; ahí es cuando el ojo ve más de lo que la mente puede comprender.
Pasamos la mayor parte de la vida ciegos ante todo lo que tenemos delante. Si queremos vencer o cambiar algo, hemos de agregar poder a nuestra fuerza y no a nuestras debilidades. Es lo único que, verdaderamente nos mantendrá despiertos.
Si se transforma el interior, se observa en el exterior:
¿Qué es el tiempo? El tiempo es un momento eterno, es como una sola gota de agua que contiene el corazón del pasado. Es un único momento que contiene el corazón de todos los tiempos. Tan solo aquellos que consiguen captar ese momento, comprenden bien el tiempo y su viaje. Comprenden el presente y el futuro. Es una infinidad de posibilidades. Hemos de Re-conectanos, para poder captar todos y cada uno de los enigmas. El tiempo nos moldeará poco a poco, llevándonos hasta descubrir quienes somos realmente.
Todos los electrones son creados iguales por naturaleza y lo único que cambia son las frecuencias de luz que se les suman o restan. Todo en el mundo se construye a partir de esta firma de igualdad. La luz es importante en esto, es lo que programa los electrones para que sean diferentes para hacer todas las cosas en el universo, incluyendo todos los alimentos que habitan el planeta. La comida es solo información sobre los electrones y el ambiente de luz en el que creció.
Todo esto, también determina cómo es el tamaño de la glándula pineal.
Para comprender el origen, es importante no tener miedo:
Hablemos del miedo. ¿Cuál es el propósito evolutivo del miedo? Los miedos son la forma en que nuestra mente nos hace saber que estamos al borde de nuestra zona de confort. Coge al miedo, mírale fijamente a los ojos y sonríele, así obtendrás la confianza que necesitas y lo reemplazarás por algo más útil. De este modo acabarás entendiendo que somos uno con el mundo.
Recuerda: “el valor no es la ausencia de miedo, es tener miedo y superarlo”.
¿De qué lado estás?
Todos estamos diseñados para ser extremadamente salvajes, y no para vivir encerrados en una jaula. Si te quedas en la jaula sobrevives, si rechazas ese encierro y abres la puerta de la jaula: PROSPERAS. Para aquellos que sobreviven y no prosperan, viven con su antiguo yo.
Actualmente, existen dos bandos; el rebaño pertenece a los dogmáticos. Las ovejas negras, a los salvajes.
Hay un punto, en cada vida. Y en cada vida, tienes que elegir si ser como todos los demás o hacer de tus peculiaridades una virtud. Todas nuestras vidas necesitan luz para regenerarse. Deja de intentar ser menos de lo que eres. Solo tú puedes decidir qué tan lejos llegarás a viajar en esta vida. Tu yo futuro, le agradecerá a tu yo presente que seas una persona nueva. Considéralo.
Abraza tu lado salvaje, tu lado más «loco». Debes de hacerlo para alejarte de tu antiguo yo. Tu antiguo yo, simplemente quiere la comodidad, y el lugar no es ahí. Ser la oveja negra es una virtud. La comodidad pertenece al rebaño. Niégate a ser como la multitud y nunca te conformes con el promedio cuando puedes tener algo extraordinario. Hemos adoptado como estilo de vida un dogma: esta es la verdadera jaula.
Resulta que las decisiones que tomamos en torno a la luz y la tecnología están esculpiendo nuestras vidas cómo jamás ha sucedido, debido a cómo cambia la forma en que pensamos, pero creo que hoy en día no estamos emparejados en nuestro entorno debido a nuestras propias acciones.
El hombre siempre crea errores y, a menudo, no comprende por qué sus metodologías pueden crear muchas falacias científicas que se cree que son un hecho. Mucho de lo que el hombre ha aprendido y llegado a creer no es verdad, simplemente nos acerca a las verdades que la naturaleza teje. Esto ocurre porque la mano de la Madre Naturaleza es capaz de borrar al mismo tiempo que escribe.
La naturaleza tiene que ver con la sabiduría. ¿Qué prefieres, ser feliz, o sabiduría?
Creo que la búsqueda de la felicidad nos resta de la sabiduría. La felicidad tiene un tiempo y un lugar. Todos persiguen la felicidad, pero pocos entienden de dónde viene. Aún menos se dan cuenta de lo que tienen que renunciar para adquirirla.
Sin sabiduría, eres una víctima más del rebaño. El marketing se encarga de que tu ojo vea menos aún que tu mente. La mente es fácil de manipular. Es fácil desconectarnos.
La experiencia nunca se equivoca. Solamente, nuestro juicio es el que se equivoca al prometer resultados que no son producto de nuestros experimentos. La experiencia es lo que obtienes cuando no obtuviste lo que querías en la vida. El valor para tomar las decisiones más difíciles de tu vida no ocurre cuando tienes todas las respuestas, sucede cuando estás listo para enfrentar las preguntas que has estado evitando toda tu vida. Ahí está la clave.
Pregúntate siempre, durante todos los años de tus vidas: ¿quien soy yo?
